Los invitamos a leer dos notas publicadas en la sección ESPECIAL del portal SciDev.Net dedicada al análisis y apoyo de la innovación de base. En este spotlight el portal presenta una serie de artículos que analizan este caso en detalle, resaltando la contribución potencial de las innovaciones de base para el desarrollo sostenible, los obstáculos que subyacen en este camino y cómo se pueden superar.
Reproducimos abajo un artículo de Adrian Smith, Elisa Arond (STEPS Centre, Reino Unido), Mariano Fressoli, Hernán Thomas (IESCT-UNQ, Argentina) y Dinesh Abrol (NISTADS, India).
Innovación de base para el desarrollo: hechos y cifras
Innovadores locales han convertido patinetas de segunda mano en molinos de harinaSRISTI, AhmedabadAdrian Smith y sus colegas examinan las innovaciones de base, su potencial para el desarrollo y los retos que enfrentan quienes la practican.Convertir las ideas en nuevos productos, servicios o prácticas a menudo requiere de pasos sistemáticos dentro de un proceso de innovación. Las políticas convencionales de promoción de la innovación vinculan a empresas innovadoras, instituciones científicas, inversionistas y formuladores de políticas, y su objetivo es mantenerse al día en los avances de las tecnologías prometedoras. Sin embargo, la innovación también tiene lugar bajo el radar de los sistemas de innovación nacionales y regionales.A nivel de base, las actividades alternativas de innovación reconocen soluciones ingeniosas desarrolladas constantemente en el ámbito local para mejorar los medios de subsistencia y promover la sostenibilidad. El arraigo de la innovación en los problemas, recursos y capacidades locales así como en las condiciones socioeconómicas hace que sea significativa para las comunidades, que mantienen el control sobre los procesos y resultados. La innovación popular requiere políticas adaptables y localmente inclusivas, muy diferentes a las establecidas.Las organizaciones de desarrollo, los donantes, gobiernos y organizaciones no gubernamentales (ONG) recientemente han vuelto a poner la innovación de base en sus agendas. Pero para quienes la practican, nunca estuvo realmente ausente. Muchas redes la han apoyado desde los años setenta o antes, cuando organizaciones como el Grupo de Desarrollo de Tecnologías Intermedias (fundado en 1966 y ahora llamado Soluciones Prácticas) y la Fundación Dag Hammarskjöld, llamaron la atención sobre las innovaciones de base como parte de una alternativa a la alta tecnología e industrialización a gran escala que domina la teoría y práctica del desarrollo.El reto ahora es llevar el potencial de la innovación de base a los debates sobre investigación, indicadores y vías para la sostenibilidad de la Conferencia de la ONU sobre Desarrollo Sostenible (Río+20) y más allá. (Continúa >>)
Diversidad y perspectivasLa rica variedad de la innovación de base —en términos de tecnologías, personas involucradas, organizaciones, objetivos y contextos— la hace difícil de definir. La superposición de términos como innovaciones dirigidas por el usuario, innovación incluyente, innovación social y cultura de piratería (hacking cultures) pueden confundir más. Sin embargo, existe una característica que la define: la innovación popular debe surgir del desarrollo local y estar dirigida hacia él.Las innovaciones de base se desarrollan a través de redes de activistas, profesionales y organizaciones que generan soluciones para el desarrollo sostenible novedosas y de abajo hacia arriba; soluciones que responden a la situación local y al conocimiento, interés y valores de las comunidades. La innovación popular debe verse desde tres perspectivas distintas, cada una enfocada en una parte diferente del proceso.
Innovadores locales hallaron una forma más fácil de usar engranajes de gas para sus triciclos(rickshaws)Flickr/DeyLa perspectiva del ingenio local se centra en las innovaciones de los grupos locales o inventores individuales. Pueden ser agricultores que desarrollan sistemas de riego [1], o conductores que fabrican engranajes para sus triciclos para transporte [2]. El énfasis es la gente innovando para ellos mismos o para sus comunidades, tal vez basándose en sus conocimientos tradicionales o indígenas y, en ocasiones, convirtiéndose en empresas sociales, a veces con ayuda externa.Organizaciones como la Red Honey Bee e instituciones complementarias (Ver Cuadro 1) buscan y ayudan a los innovadores a documentarse y a desarrollar conocimiento, ideas y productos, como por ejemplo una lavadora impulsada a pedal [3] o un dispositivo para airear el compost.Después del devastador terremoto en Alto Mayo, Perú, en 1990, Soluciones Prácticas trabajó con las comunidades locales para desarrollar una 'quincha mejorada': viviendas con marcos de madera y rejilla con un relleno de tierra, basado en las tecnologías locales de construcción de casas. Miles de familias las adoptaron al comprobar que resistieron los terremotos posteriores. Soluciones Prácticas también desarrolló la olla refrigerante [5], un refrigerador hecho en casa cuyo tiempo de almacenamiento se extiende de cuatro a veinte días, reduciendo los residuos y mejorando la nutrición.Una segunda perspectiva se enfoca en el empoderamiento local que resulta cuando interactúan las comunidades con los desarrolladores de las tecnologías. Puede que los grupos locales no sean los innovadores, pero los desarrolladores se aseguran de que sean incluidos totalmente en la adopción y beneficios de la tecnología que, incluso, puede ser una producción masiva de dispositivos como los sistemas solares fotovoltaicos. En otros casos, la tecnología es desarrollada deliberadamente con la participación de la comunidad en el diseño, fabricación, mantenimiento y operación.El énfasis aquí está puesto en el proceso de innovación como una herramienta o catalizador para el desarrollo de capacidades, relaciones y asociaciones organizativas útiles para ampliar los procesos de desarrollo, como generación de ingresos, mejoramiento de la seguridad y condiciones de vida y construcción de la capacidad organizativa. La Red de Tecnologías Sociales de Brasil (Ver Cuadro 1), por ejemplo, afirma que se puede construir una relación socialmente más justa entre tecnólogos y comunidades locales si la comunidad controla el proceso de innovación y la distribución de resultados.La tercera perspectiva es a veces más crítica, pues desestima el apoyo a las iniciativas de pequeña escala y la tecnología simple por ser un desarrollo romántico 'de segunda clase'. Los programas de innovación popular son vistos como demasiado optimistas ya que fracasan al abordar las causas políticas, económicas y sociales fundamentales de la pobreza, la exclusión social y la insostenibilidad, que no se pueden cambiar trabajando al nivel local. La innovación de base hace muy poco para abordar la distribución del poder en el comercio y la inversión, o en la economía del conocimiento que canaliza las actividades científicas hacia los intereses de los ricos y de quienes controlan el capital.Pero los partidarios de la innovación de base consideran que la actividad de abajo hacia arriba a veces hace que las injustas estructuras económicas y sociales sean más visibles, y sirve como crítica a las exclusiones asociadas con los sistemas convencionales de innovación.Independientemente de la perspectiva, los innovadores de base están generando conocimientos y experiencias invaluables. El reto para las instituciones de investigación científica o para los innovadores convencionales es aprender a comprometerse con la diversidad.Redes de innovaciónDebido a la frecuente informalidad de la innovación de base, los datos son fragmentarios. El Cuadro 1 enumera, aunque no de manera exhaustiva, las redes y programas que suministran fondos, visibilidad, orientación, capacitación, servicios, difusión, talleres y actividades de promoción para la innovación de base.
Las innovaciones locales, como los generadores de gas, necesitan ser accesiblesFlickr/elFrank70Uno de ellos es el dilema de cómo enfocarse en los problemas locales al mismo tiempo que se busca la difusión e influencia masiva. Los financistas y los programas de apoyo a menudo preguntan cuál es la forma de difundir a amplia escala o replicar las innovaciones en mercados y regiones, y esto puede socavar el objetivo de adaptarlas a las condiciones locales. Por ejemplo, demanda más esfuerzo expandir la práctica de construcción de viviendas con materiales y capacidades locales que ampliar la venta de una vivienda estándar.Los proyectos de base tratan de incorporar la sostenibilidad y la justicia social sin enfrentar realmente las estructuras sociales más amplias que causan insostenibilidad e injusticia. Los innovadores de base suelen no tener acceso a las instituciones de I+D, luchan con recursos e infraestructura insuficientes y carecen de una amplia gama de capacidades necesarias para que una actividad prospere. La generación anterior de tiendas científicas muestra cómo se pueden tergiversar y marginar las actividades debido a medidas convencionales inadecuadas del conocimiento científico, como las publicaciones en revistas especializadas.El segundo dilema es que las innovaciones apropiadas para el nivel local con frecuencia forman parte de los desbalances sociales y económicos que se busca transformar. Si el objetivo es el empoderamiento local, las innovaciones de base necesitan promover un desarrollo sostenible y socialmente justo, y no perpetuar las condiciones existentes. Por ejemplo, los generadores de biogás desarrollados en la India para suministrar acceso a la energía a la población pobre, fabricó productos tecnológicos asequibles solamente para los campesinos más ricos [8]. En efecto, las innovaciones de base tienen que ser adecuadas en el corto plazo y acompañadas de un proceso que pueda inducir cambios que las hagan trabajar en un contexto futuro más justo.El mayor dilema es cómo trabajar en la búsqueda de soluciones basadas en proyectos dirigidos a problemas que requieren cambiar la balanza del poder social y económico. Hay señales de que los innovadores de base están aprendiendo a superar esos dilemas (Ver Recuadro 1). Pero sin estrategias para abordar problemas estructurales de más envergadura, a las innovaciones de base les espera una gran batalla.Recuadro 1. Aprendiendo a superar los dilemas de la innovación de baseEn Kenia, la experiencia con el desarrollo descentralizado de energía solar fotovoltaica [9] sugiere que es posible transformar y cumplir con el medio ambiente local. Pero también es indicativo de los retos involucrados en el largo plazo: el proceso de desarrollar sistemas tecnológicos y modelos de negocios, capacitación de los instaladores y contrarrestar la indiferencia de los diseñadores de política demoró años, pero ayudó a cambiar el entorno socioeconómico de una manera favorable para el diseño del sistema de paneles solares para el hogar que se había elaborado.En la India, el Movimiento por una Ciencia al Servicio del Pueblo [10] desarrolló un enfoque que aborda las relaciones sociales que se requieren para hacer que funcionen las tecnologías. Los innovadores encontraron que implementar procesos más limpios y seguros para el curtido de pieles de animales requiere innovaciones paralelas al proceso organizativo. Ellas incluyen el rediseño de las relaciones entre los recolectores de las pieles de animales y los centros de procesamiento de curtiembres, y el desarrollo de una estructura cooperativa de negocios para la industria de artículos de marroquinería en la región.Y en Brasil se están desarrollando 'incubadoras de tecnología social' mediante alianzas entre universidades, cooperativas y esquemas de comercio justo, como una estrategia para hacer de las innovaciones de base algo más central para la investigación y el desarrollo.Conectarse con las basesDesde las iniciativas de la comunidad en torno a la alimentación y energía hasta la (re)fabricación local, sanidad comunal y proyectos hídricos, hay una efervescencia de actividades innovadoras de base para el desarrollo sostenible. Las capacidades de innovación local generan ideas 'dirigidas por el usuario' para el desarrollo sostenible que evitan que las comunidades queden atrapadas en desarrollos inadecuados a las cambiantes circunstancias.Pero asumir con seriedad la innovación de base supondrá hacer relaciones con las instituciones de ciencia y tecnología, y esto incluye repensar los temas convencionales de innovación [11].Las políticas pueden jugar un papel, recompensando a los científicos que trabajan con las comunidades locales y reconociendo de qué manera su trabajo complementa los resultados científicos más estandarizados como publicaciones y patentes. Sin embargo, las conversaciones para el proceso Río+20 y más allá, sobre las redes de investigación e indicadores de sostenibilidad, aún tienen que resolver de qué manera se puede tomar en cuenta la innovación de base en los procesos de producción del conocimiento.La propiedad intelectual es otro tema espinoso. Mientras hay quienes piensan que se debe abrir la innovación de base y difundirla libremente, otros creen que los innovadores deberían beneficiarse de su invención. Incluso los partidarios del libre acceso reconocen la necesidad de 'proteger' las innovaciones de las actividades de patentamiento de aquellas empresas más depredadoras. La Red Honey Bee está tratando de hacer precisamente eso, mediante una alianza con la Fundación Nacional de Innovación, aunque confronta muchos retos.Volver a equilibrar las políticas de innovación para que se pueda tomar seriamente a la innovación de base le brindaría espacios genuinos y recursos para los compromisos en marcha entre las comunidades locales y la investigación. Los compromisos requieren un proceso de ida y vuelta que garantice que las bases estén informadas de las futuras agendas de investigación y prioridades de financiamiento. Un proceso de planificación participativa en Ecuador, que consiste en mesas redondas y debates, es inusual en la forma en que viene tratando de incorporar el conocimiento indígena y popular en un Plan Nacional de Ciencia, Tecnología, Innovación y Conocimientos Ancestrales [12].
Altas tecnologías, como los teléfonos celulares, pueden ayudar al éxito de las innovaciones de baseFlickr/KiwanjaNo obstante, las distinciones entre los sistemas de innovación convencionales y los de base no están claros. Muchas personas se enlazan mediante boletines, visitas cara a cara o eventos. Pero también se usan teléfonos celulares y la radio para transferir dinero, compartir información del mercado y difundir prácticas novedosas en sectores como agricultura y construcción. Por lo tanto, el éxito de las innovaciones de base depende en parte de las tecnologías producidas en los sistemas de innovación convencionales, así como la domesticación de las altas tecnologías para uso local requiere de las innovaciones de base para adaptarse a las necesidades locales.Las sociedades más prósperas también tienen muchos innovadores de base y redes [13], y representan un movimiento de innovación sostenible diferente a la corriente imperante de tecnologías limpias y los debates sobre economía verde que caracterizan los preparativos para la cumbre Río+20.Los eventos de alto nivel como Río+20 abren el camino para que la comunidad internacional se conecte de manera mucho más efectiva y saludable con la riqueza de las actividades que parten de la base, es decir de abajo hacia arriba. La Conferencia de la ONU sobre Medioambiente y Desarrollo de 1992 en Río lo hizo con su Agenda 21. El renovado interés en la innovación de base ofrece una oportunidad para abordar desafíos permanentes y crear las condiciones necesarias para que todos los países se puedan beneficiar del ingenio de sus comunidades.Adrian Smith y Elisa Around son investigadores, principal y adjunto, de la Unidad de Investigación de Políticas de Ciencia y Tecnología (SPRU por sus siglas en inglés) y el centro STEPS (Rutas Sociales, Tecnológicas y Medioambientales hacia la Sostenibilidad) de la Universidad de Sussex, Reino Unido.Mariano Fressoli es investigador y Hernán Thomas profesor de ciencia, tecnología y sociedad. Ambos trabajan en el Instituto de Estudios sobre la Ciencia y la Tecnología de la Universidad Nacional de Quilmes, Argentina.Dinesh Abrol es jefe científico del Instituto Nacional de Estudios de Ciencia, Tecnología y Desarrollo de la India.REFERENCIAS
[1] Annasaheb Udagavi. Washing Away Whiteflies with a Rain Gun: Saga of a Sprinkler Designer. Honey Bee 8, 5-6 (1997)
[2] Vinoo Kaley. Pedalling Uphill: An Innovation on the Roadside. Honey Bee7, 5-6 (1996)
[3] Pedal-powered washing machine (National Innovation Foundation, India)
[4] 'Quincha' earthquake-resistant housing (Practical Action)
[5] Zeer pot fridge (Practical Action)
[6] Science shops (Living Knowledge, The International Science Shop Network)
[7] Grassroots innovation – historical and comparative perspectives (STEPS Centre)
[8] Henny Romijna, et al. Biomass energy experiments in rural India: Insights from learning-based development approaches and lessons for Strategic Niche Management. Environmental Science and Policy 13, 326–338(2010)
[9] Lighting Africa: Catalyzing Markets for Modern Lighting
[10] People's Science Movement of Kerala, India (2008)
[11] Trace, S. An era of innovation for the poor? (Practical Action, 2012)
[12] UNESCO Regional Bureau for Science in Latin America and the Caribbean. National Science, Technology and Innovation Systems in Latin America and the Caribbean[12.6MB] (UNESCO 2010)
[13] Grassroots Innovations: About GIs (Grassroots Innovations)
No hay comentarios:
Publicar un comentario